¿Qué se necesita?
Para iniciar esta aventura nocturna hay que seguir unas sencillas pautas:
- Elegir un lugar que conozcamos: Reconocer el terreno es importante en las primeras salidas para evitar perderse, localizar bien los senderos y los aguardos para la observación.
- Una linterna: Es fundamental para orientarse, pero también se puede aprovechar la claridad de las noches despejadas de luna llena. Y no olvides revisar que las pilas estén bien cargadas.
- Ropa de abrigo: Durante la noche la temperatura baja, así que lo mejor es estar preparados para no pasar frío.
- Lápiz y cuaderno de campo: En la naturaleza suceden momentos inolvidables. Registrarlos en un cuaderno nos ayudará a recordar estas observaciones y servirá para buscar más información en casa.
- Comida y agua: Un poco de comida ligera y bebida (caliente o fría) ayuda a mantenerse hidratado, cómodo y despierto.
Y no olvides que lo ideal para que una aventura nocturna tenga éxito es tener paciencia y caminar despacio y en silencio.
¿Qué podemos observar?
En primavera y verano puedes ver y oír a los únicos mamíferos que vuelan, los murciélagos, revoloteando alrededor de árboles. Son nocturnos y la mayoría de ellos se alimentan de polillas y otros insectos voladores que localizan y capturan usando, no la vista, sino un tipo de sónar llamado ecolocalización, parecido al radar que utilizan barcos y aviones.
Las polillas y mariposas nocturnas son más activas después del atardecer, cuando buscan las flores perfumadas de las que se alimentan. Además, se sienten especialmente atraídas por la luz, por eso se arremolinan en torno a las farolas. (Fotografía: Guido Guerding)