• Cubre tus ojos con el pañuelo y tápate la nariz.
• Pide a tu ayudante que te de una cucharada de uno de los yogures. ¿De qué sabor es?
• Prueba de nuevo con una cucharada del otro yogur, ¿reconoces el sabor?
[carousel]
¿Qué ocurre? ¿Te cuesta identificar el sabor con los ojos y la nariz tapados?
No te preocupes, es que la lengua es menos precisa que el olfato, sin la nariz no se puede saborear. La lengua reconoce los sabores: dulce, salado, ácido y amargo. El resto de información se obtiene por el olfato.
[carousel]
¿Por qué ocurre esto?
La información de la lengua llega al cerebro y se asocia con la que viene de la nariz. En general, se percibe antes el olor que el sabor, porque las señales olorosas son más rápidas. El cerebro analiza esta mezcla de información y la compara con la que conoce, así se reconocen los sabores.